Si la industria 4.0 amenazaba con sustituir a los humanos con máquinas capaces de trabajar 24/7 sin parar de forma automatizada, la revolución de la Industria 5.0 busca exactamente lo contrario: colocar a las personas en el centro de las actividades productivas y poner a la tecnología al servicio de procesos más eficientes, creativos, resilentes y sostenibles.
La industria 5.0 no es solo una moda: es una necesidad apremiante frente a un panorama global que se caracteriza por la sobrepoblación, el cambio climático, el desempleo y el agotamiento acelerado de los recursos, algunos tan vitales como el agua. Cada vez más empresas están adoptando este enfoque, pero para que ofrezca beneficios plenos es necesario hacer muchos cambios de raíz y no solo superficiales, es decir, desde el diseño y la construcción misma de los espacios industriales.
Hoy veremos cómo la industria 5.0 prioriza el valor social por encima del negocio, y el bienestar humano por encima de la productividad, pero sin perder de vista el tan necesario equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad. Esto permite alcanzar un triple resultado final estratégico que beneficia al mismo tiempo a las personas, al planeta y a las ganancias.
Qué es la Industria 5.0 y cuáles son sus características
La Industria 5.0 representa la quinta revolución industrial y se centra en la colaboración entre humanos y máquinas inteligentes en el entorno de fabricación. A diferencia de la Industria 4.0, que se enfoca principalmente en la automatización y la comunicación entre máquinas, la 5.0 enfatiza la reintegración del elemento humano, creativo y sustentable en los procesos de producción, promoviendo una coexistencia armoniosa y colaborativa entre los trabajadores humanos y las máquinas.
1.- Humanos al centro, máquinas que colaboran
La Industria 5.0 busca crear un entorno donde los humanos y las máquinas trabajen juntos, aprovechando las habilidades únicas de ambos. Esto sugiere pasar de ver a las personas como medios a verlas como fines. Las máquinas ofrecen precisión y consistencia, pero esto debe de ser para que los humanos puedan desplegar mejor su creatividad y aprovechar al máximo sus habilidades de resolución de problemas. Para ello, las máquinas y la tecnología no solo automatizan procesos repetitivos, sino que activamente permiten disminuir el estrés y crean un entorno de trabajo ideal para el bienestar y la productividad.
Este empoderamiento también tiene la ventaja de atraer a más y mejor talento, así como expertos mejor formados y actualizados en el uso de las tecnologías, lo que aumenta la competitividad de la compañía.
2.- Innovación constante
La Industria 5.0 abraza e impulsa la innovación constante mediante la integración de tecnologías muy avanzadas como Inteligencia Artificial, machine learning, análisis de big data, Internet de las Cosas (IoT), robótica colaborativa y seguridad cibernética en el ámbito productivo, por mencionar solo algunas. Lo anterior es para crear sistemas de fabricación más flexibles, adaptables y sostenibles.
Sin embargo, a diferencia de la industria 4.0, la principal pregunta que se hacen los tomadores de decisión antes de integrar estas tecnologías a su proceso ya no es si van a hacer a la empresa más productiva, sino qué potencial tienen para impulsar productos y ambientes de trabajo que generen colaboradores más felices y usuarios más satisfechos.
3.- Sostenibilidad
La sostenibilidad orienta los procesos de producción hacia prácticas más verdes y eficientes en todos los aspectos del negocio, desde la operación diaria hasta la construcción de los edificios y naves industriales, tal es el caso de agregar sistemas fotovoltáicos o térmicos solares para la producción, así como sistemas de cogeneración en las naves industriales. La industria 5.0 busca adoptar modelos de producción circulares y tecnologías que maximicen el aprovechamiento de los recursos y minimicen los residuos. Este enfoque no solo responde a una responsabilidad ambiental, sino que también se alinea con la necesidad de disminuir costos, hacer más con menos y tener un impacto positivo en las comunidades.
4.- Personalización de la producción
La Industria 5.0 pone un fuerte énfasis en la personalización de la producción, permitiendo que los productos se adapten de manera más precisa a las necesidades y preferencias del consumidor. Aunque la tecnología juega un papel crucial en la automatización de procesos, la creatividad y la innovación humanas se vuelven centrales para idear productos y soluciones que ofrezcan una experiencia única de acuerdo con las expectativas de cada cliente. Por ejemplo, la liberación del trabajador de tareas repetitivas, gracias a la automatización, permite un mayor enfoque en la estrategia y la aplicación de la creatividad en el desarrollo del producto; otro ejemplo es la modulación de sistemas, los cuales ayudan a la expansión de procesos o negocios.
5.- Flexibilidad y resiliencia
Los entornos de producción 5.0 están diseñados para ser no solo flexibles, sino también fácilmente reconfigurables, lo que permite realizar cambios en los productos sin largos períodos de inactividad o reestructuración. Además, al optimizar y hacer más inteligentes las cadenas de suministro, las industrias se vuelven más resilientes ante perturbaciones externas, como pandemias o crisis climáticas, asegurando una producción que es sostenible y robusta ante los desafíos emergentes.
Como puedes ver, todos estos puntos trabajan en sinergia y se retroalimentan unos a otros, por lo cual para estar en sintonía con la industria 5.0 es necesario tomarlos en cuenta en su conjunto, y no de manera aislada.
Industria 5.0 y su influencia en la planificación y diseño de espacios industriales
La Industria 5.0 ha influido de manera significativa en la planificación y diseño de espacios industriales, integrando la colaboración humano-máquina y buscando de forma cada vez más creativa soluciones que incrementen el bienestar, la sostenibilidad y la eficiencia. Veamos algunas de las tendencias más importantes que ya se están materializando en este sector:
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Se prioriza el uso de materiales sostenibles y reciclables en la construcción y operación de los espacios industriales. Al mismo tiempo, se incorporan tecnologías y diseños que reducen el consumo de energía y mejoran la eficiencia energética, además de asegurar que en su elaboración, su huella de carbono sea la menor posible.
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Se diseñan espacios de trabajo integrados, pensados para facilitar la colaboración entre humanos, maquinaria y robots, asegurando que todos los sistemas y colaboradores puedan trabajar juntos de manera segura y eficiente, con metodologías como la coordinación BIM, por ejemplo.
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Se pone un gran énfasis en la ergonomía y el bienestar del trabajador, asegurando que los espacios sean seguros y cómodos para trabajar. Se incluyen áreas de descanso y recreación para los colaboradores, reconociendo la importancia del bienestar y la satisfacción del empleado.
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La infraestructura y los equipos se diseñan de manera modular, facilitando los cambios sin grandes reconfiguraciones o tiempos de inactividad. Esto también permite adaptarse rápidamente a nuevos productos o cambios en los procesos de producción.
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Se incluyen áreas dedicadas al desarrollo y prototipado de nuevos productos, facilitando la innovación y la personalización, así como tecnología que permite la personalización de productos sin sacrificar la eficiencia.
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Los espacios industriales integran IoT e IA para monitorear y optimizar los procesos de producción, así como para facilitar la toma de decisiones basada en datos. La automatización se utiliza no solo para realizar tareas, sino también para adaptarse y optimizar los procesos de producción en tiempo real.
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La Industria 5.0 ha llevado a una reevaluación y reinvención de los espacios industriales, asegurando que estén alineados con los principios de colaboración, sostenibilidad, y personalización, y que estén equipados para aprovechar las tecnologías inteligentes y la automatización de manera que beneficie tanto a los trabajadores como a los procesos de producción.
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