El interiorismo comercial va más allá de una estética que refleje la esencia de la marca; se trata de crear un ambiente que encante, involucre y retenga a los clientes. Cada detalle del diseño, desde la iluminación hasta la disposición de los espacios, debe estar pensado para contribuir a que el usuario tenga una experiencia inolvidable.

Los mejores interioristas saben que hay muchos factores a considerar al momento de proyectar espacios comerciales, incluyendo el tipo de público objetivo al que van dirigidos, la distribución de los locales, áreas y flujos, e incluso la sinergia entre lo visual, lo funcional y las distintas ingenierías que no se ven a simple vista, pero que garantizan el confort y la permanencia de los visitantes.

Todos estos aspectos también contribuyen a elevar la demanda y a lograr un mejor retorno de inversión. Por el contrario, cuando se toman a la ligera, corremos el riesgo de terminar con un proyecto con desventajas competitivas o que, simplemente, por no ser suficientemente atractivo, comprometa su rentabilidad.

Veamos algunos elementos clave del diseño interior que pueden hacer toda la diferencia.

1.- El Factor WOW: creando un espacio de descompresión impactante

Al entrar en un espacio comercial, el área de descompresión o zona del umbral es la primera impresión que recibe el cliente al entrar, es decir, la transición de la fachada al vestíbulo. Este espacio debe ser al mismo tiempo sorprendente e invitador. Un excelente ejemplo es el impresionante cubo de cristal en la entrada de la tienda Apple en la Quinta Avenida de Nueva York, que proyecta todos los elementos clave de la innovación y la tecnología de punta en su diseño. También podemos mencionar la impresionante isla cristal de Louis Vuitton Singapur, que parece una isla flotante cuya textura similar a la de una bolsa de cuero refleja la luz de forma inigualable.

2. Distribución visual estratégica: guiando la experiencia del cliente

Una distribución visual bien planificada ayuda a conducir al cliente a través del espacio, invitándolo a realizar un recorrido deseable para detonar el mayor interés posible por los productos, pero sin que se sienta forzado, generando un movimiento mucho más orgánico y natural y logrando que el usuario se sienta cómodo y orientado en todo su recorrido, sin que se haga consciente de todos los elementos que están permitiendo que esto suceda.

Además, la distribución visual es lo que permite tanto destacar productos y elementos como crear una narrativa congruente con los objetivos de la marca. Por ejemplo, en las tiendas IKEA, el recorrido serpenteante lleva a los clientes a través de diferentes ambientes, mostrando productos en contextos realistas y detonando la sensación de expectativa.

3.- Branding e identidad: reflejando la esencia en cada detalle

El interiorismo debe ser un espejo de la marca, y esto lo podemos ver en su expresión más pura con las franquicias. Un ejemplo destacado es Starbucks, donde cada local refleja su identidad a través de una decoración distintiva y acogedora, pero al mismo tiempo adaptada a la cultura local. Los elementos como el mobiliario de madera, la iluminación cálida y los detalles artísticos locales, crean un ambiente familiar pero único en cada ubicación.

Sin embargo, cuando lo que estamos diseñando es un espacio para locales comerciales, debemos procurar que sea lo suficientemente neutro como para que los distintos marcadores visuales en el exterior de los locales no choquen entre sí, ni saturen visualmente el espacio.

4.- Iluminación: creando ambientes siempre despiertos y cogedores

La iluminación, que de inicio debe ser versátil para adaptarse a diferentes áreas y propósitos, es un elemento crucial en el diseño interior, capaz de transformar completamente un espacio. Los diferentes escenarios que genera la iluminación evocarán distintos ecosistemas de acuerdo a los objetivos del patrón de compra, experiencia o ambiente que deseemos detonar inconscientemente en el cliente. En una tienda de ropa, por ejemplo, la iluminación puede variar desde un brillo suave en las áreas de descanso hasta una luz más intensa en los probadores y sobre los productos destacados.

A diferencia de un local de marca, donde generalmente se aprovechan las posibilidades de la luz artificial, en el diseño de una plaza o pabellón comercial, lo más importante es aprovechar al máximo posible la luz natural y utilizar luminarias potentes, pero ahorradoras durante las noches: esto no solo hará más agradable todo el recorrido del usuario, sino que permitirá ahorrar miles de dólares en electricidad.

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5.- Control de temperatura: confort en cualquier época del año

Mantener una temperatura agradable es crucial para que los clientes se sientan cómodos y permanezcan más tiempo en las instalaciones, pero la temperatura ideal no necesariamente es la misma para todas las actividades de las que permite disfrutar un centro comercial.

En un restaurante, por ejemplo, un ambiente cálido, pero no caluroso, puede hacer que los comensales se queden más tiempo y disfruten de su experiencia gastronómica sin distracciones. En un espacio dedicado al esparcimiento, por ejemplo, una franquicia de máquinas de juegos para niños, se necesita una temperatura más fresca dado que los pequeños usuarios (y sus padres) se estarán moviendo de un sitio a otro.

Los sistemas multisplit son una opción práctica para el control de temperatura en locales menores de 200 m², con una instalación sencilla y un consumo energético reducido, pero pueden afectar la estética. Para locales de gran tamaño, los sistemas de volumen refrigerante variable (VRV) son más eficientes, pues permiten controlar la temperatura en diferentes áreas, requieren menos altura y pueden instalarse fuera de la vista. Los arquitectos, diseñadores e ingenieros deben trabajar de la mano para definir el sistema de control de temperatura más favorable, tanto en ahorro como en practicidad y estética.

6.- Ventilación: promoviendo un ambiente fresco y saludable

El diseño de un espacio comercial debe promover la ventilación natural al máximo posible, disminuyendo la necesidad de ventilación artificial en espacios cerrados con alto tráfico de personas. Mantener una buena calidad del aire beneficia la salud y el bienestar de los clientes, pero sobre todo mejora su percepción general del espacio, incentivándolos a permanecer más tiempo y a regresar.

7. Acústica y sonido ambiental: disfrute en varios niveles

El sonido es un elemento poderoso que puede influir en el estado de ánimo y la percepción del espacio, por lo que una acústica adecuada contribuye significativamente a la experiencia general del cliente.

En los espacios comerciales, la estructura y los acabados deben poder absorber el ruido, de manera que los usuarios no tengan que gritar para hacerse entender. En la otra mano, también debemos evitar que se generen esos ecos incómodos que dan la sensación de espacio “hueco”. Así mismo, el factor de la acústica implica buscar mayor eficiencia para los equipos de sonido ambiental.

También es importante anticipar el tipo de uso que se le dará a cada local, ya que algunos pueden ser mucho más ruidosos que otros. Por ejemplo, no vamos a colocar el área de los restaurantes o bares cerca del área de las clínicas o spas de belleza.

8.- Biofilia y sustentabilidad: dos factores que deben ir de la mano

Se ha comprobado que un diseño con elementos de biofilia mejora el estado de ánimo de las personas, y al mismo tiempo sabemos que las personas de buen humor son más propensas a relajarse y a darse ciertos gustos, lo que a su vez incrementa la rentabilidad de un espacio comercial. Sin embargo, un diseño biofílico no necesariamente es sustentable.

De hecho, muchas veces introducir ciertas plantas o elementos naturales, tomando solamente en cuenta la estética, puede hacer que se gaste mucha más agua u otros recursos. Por eso, la biofilia debe tomar en cuenta recursos de bajo impacto ecológico, por ejemplo plantas endémica que requieran poco riego, o que sean regadas con las mismas aguas grises del edificio.

9.- Accesibilidad: diseño inclusivo para todos

Un diseño accesible desde su planteamiento garantiza que todo tipo de usuarios puedan disfrutar del espacio. Rampas, elevadores, áreas destinadas a señalización en Braille y pasillos amplios son ejemplos de cómo un diseño inclusivo puede hacer que todos se sientan bienvenidos. La accesibilidad no solo es una cuestión de cumplimiento normativo, sino también una expresión de la filosofía inclusiva de la marca, que valora y respeta a todos sus clientes.

10.- Áreas de descanso: maximizando el disfrute del aquí y el ahora

Las áreas de descanso en un espacio comercial no son solo un lujo, sino una necesidad para mejorar la experiencia del usuario, aumentando el tiempo que pasan en el establecimiento y, potencialmente, su disposición a gastar más. Estos espacios no solo benefician a los clientes; también pueden mejorar la productividad de los empleados, ofreciéndoles un lugar para tomar breves descansos durante su jornada laboral.

Las áreas de descanso en las grandes tiendas departamentales o centros comerciales deben ser diseñadas integrando elementos que van más allá de asientos cómodos con mobiliario de uso rudo, pero estéticamente interesante, también podemos agregar amenidades como fuentes de agua, senderos botánicos, cargadores de dispositivos móviles y Wi-Fi gratuito.

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