México es un destino muy atractivo para la inversión industrial y el nearshoring, debido a su cercanía con el corredor económico del norte, sus costos competitivos de mano de obra, el talento calificado en varios sectores clave, su capacidad de generación eléctrica, así como por su riqueza y variedad de recursos naturales y energéticos. Esto ha promovido un importante florecimiento de desarrollos e instalaciones industriales en diversas ubicaciones estratégicas del país.
Una ciudad o parque industrial es un ecosistema diseñado específicamente para albergar actividades de manufactura, producción y/o logística, combinando eficiencia operativa con menores costos. Sin embargo, con la creciente preocupación por la competitividad, el cambio climático, la escasez de recursos y la necesidad de prácticas alineadas con la responsabilidad social, hoy en día también se le da mucha importancia a una planeación maestra que desde el inicio integre tecnología, sostenibilidad y salud en un solo entorno.
Esto permite amortizar algunos de los problemas más frecuentes asociados con las ciudades industriales, como la degradación del entorno, la contaminación de suelos, aire y fuentes acuíferas, la contaminación auditiva y lumínica y el impacto paisajístico, el manejo de residuos peligrosos o desperdicios, entre otros. Adicionalmente, las instalaciones industriales que siguen estos lineamientos son más atractivas para los clientes y las empresas con buena imagen social, tienen mayor posibilidad de obtener subvenciones de financiación y disminuyen el riesgo de incumplimientos.
Veamos cinco factores que definen la planeación de las nuevas ciudades industriales, y cómo el trabajo interdisciplinario de arquitectos, ingenieros y diseñadores permite dar vida a ecosistemas altamente eficientes, no sólo en términos de productividad, también de satisfacción laboral, bienestar humano y respeto al medio ambiente.
1.- Ubicación: conectividad, sustentabilidad y clima
La elección de la ubicación para una ciudad o parque industrial es un aspecto crítico que influye directamente en su éxito y sostenibilidad a largo plazo. Esta decisión va más allá de la simple proximidad a recursos o mercados; implica una evaluación detallada de factores como la conectividad, la disponibilidad de energías alternativas e incluso el clima.
Proximidad a infraestructuras de transporte: las instalaciones industriales deben estar estratégicamente ubicadas cerca de redes de transporte multimodales e interconectadas, como autopistas, ferrocarriles, puertos marítimos y aeropuertos. Esto facilita la logística, reduce los tiempos de tránsito y disminuye costos.
Integración con centros urbanos: la cercanía a centros urbanos puede ser ventajosa para acceder a una fuerza laboral calificada y a servicios esenciales. Sin embargo, esta proximidad debe equilibrarse con la necesidad de minimizar el impacto ambiental y de tráfico en las áreas urbanas. Lo ideal es establecer estos centros de producción y logística a cierta distancia de la congestión urbana, pero siempre en sinergia con rutas directas y rápidas de transporte.
Disponibilidad de recursos: la ubicación debe permitir el aprovechamiento sostenible de recursos naturales, especialmente en lo relativo al agua, combustibles o materias primas. Por ejemplo, no es buena idea construir un parque industrial en una zona donde la escasez de agua comienza a ser un problema, por muy ventajosa que parezca su ubicación, y es preferible apostar por una locación que esté cerca de pozos o cuencas con alta disponibilidad hídrica.
Resiliencia climática y equilibrio térmico: se deben buscar ubicaciones que minimicen el impacto del clima local para maximizar la eficiencia energética y el confort. En estados muy calurosos es ideal buscar emplazamientos que por su altitud sean más frescos, y en zonas muy frías se puede aprovechar zonas que reciben una cantidad aceptable de radiación solar para disminuir la necesidad de calefacción. La ubicación también debe ser seleccionada teniendo en cuenta la resiliencia a eventos climáticos extremos, como inundaciones o huracanes, especialmente en regiones propensas a estos fenómenos.
2.- Energía: fuentes renovables y generación distribuida
Las ciudades industriales más modernas están adoptando un enfoque energético centrado en fuentes renovables y sistemas de generación distribuida. Esto no solo reduce la dependencia de las redes de energía centralizadas, sino que también promueve la autosuficiencia y la resiliencia energética.
Energía solar: Las ciudades industriales con alta exposición a la radiación solar están aprovechando la tecnología con paneles fotovoltaicos en los techos de las fábricas para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. También es frecuente la construcción de parques solares en las inmediaciones que abastecen a varios complejos industriales. Mediante estrategias originales de diseño, estos sistemas pueden proporcionar sombra al mismo tiempo que generan energía, por ejemplo, usándolos como techo en los estacionamientos.
Energía eólica: en regiones con vientos constantes, los parques eólicos son una opción viable que puede mantener funcionando instalaciones industriales completas. Según la AMDEE (Asociación Mexicana de Energía Eólica) se cuentan con más de setenta parques eólicos en 15 estados de la República Mexicana.
Energía geotérmica: esta fuente de energía, en ciertas áreas con determinada actividad geotérmica superficial, es ideal para la calefacción e incluso para la generación de electricidad, ofreciendo una solución de bajo impacto ambiental. México cuenta con un gran potencial para implementar estas tecnologías, actualmente se cuentan con cinco centrales geotérmicas, las cuales se podrían duplicar en el futuro próximo.
Las microredes de generación distribuida con instalaciones de energía renovable y sistemas de almacenamiento pueden operar de manera autónoma o conectarse a una red más amplia de acuerdo con lo que sea necesario, asegurando un suministro constante de energía e inmensos ahorros económicos en electricidad a todo el parque industrial.
3.- Flexibilidad arquitectónica: diseño que evoluciona
La flexibilidad arquitectónica en las nuevas ciudades industriales es un concepto clave que refleja la necesidad de adaptarse a los cambios rápidos y constantes en la industria y la tecnología. Este enfoque se centra en crear espacios que puedan evolucionar y adaptarse a diferentes necesidades y funciones a lo largo del tiempo, garantizando así su relevancia y utilidad a largo plazo.
Diseño modular y adaptable: los sistemas modulares incluyen paredes móviles en las naves, pisos con alturas ajustables y otros elementos que se pueden reconfigurar según sea necesario. Los espacios se conciben para servir múltiples propósitos. Por ejemplo, un área puede funcionar tanto como un almacén, una línea de ensamblaje o un espacio de investigación y desarrollo, dependiendo de las necesidades de la empresa que rente o adquiera el espacio.
Tecnología Integrada: la integración de tecnologías inteligentes requiere ciertos prerrequisitos de ingeniería y diseño en todo el complejo industrial, por ejemplo, sistemas de iluminación inteligente, climatización y seguridad, con una sólida infraestructura de datos y conectividad para soportar diversas operaciones tecnológicas y facilitar la adaptación a nuevas tecnologías.
Enfoque evolutivo: los edificios y espacios se planifican con una visión a largo plazo, considerando cómo podrían evolucionar las necesidades industriales y tecnológicas, permitiendo un mantenimiento sencillo y actualizaciones tecnológicas viables, asegurando que las instalaciones permanezcan funcionales y relevantes con el paso del tiempo.
4.- Facilidades: instalaciones industriales amigables con el ser humano
Más allá de la producción, los nuevos parques industriales cuidan el bienestar y la salud de sus usuarios, al integrar facilidades como dormitorios, áreas de descanso y zonas verdes. Estas características no solo mejoran la calidad de vida de los trabajadores, sino que también reflejan un enfoque más humano y sostenible en el diseño industrial.
Alojamiento para trabajadores: incorporar dormitorios funcionales o pequeñas unidades habitacionales para los trabajadores, es especialmente beneficioso para aquellos trabajadores que deben recorrer largas distancias para llegar a su centro de trabajo, y también permite a las empresas del complejo industrial acceder a un pool de talento calificado y mano de obra mucho más amplio.
Espacios de relajación y descanso: son esenciales para permitir a los trabajadores tomar breves pausas y recargar energías en un ambiente tranquilo y agradable. Estos espacios están equipados con asientos cómodos, iluminación relajante y a menudo incluyen servicios como cafeterías o zonas de entretenimiento.
Zonas de esparcimiento al aire libre: La biofilia es una tendencia que también está llegando con fuerza al diseño arquitectónico de parques industriales, por eso cada vez es más común ver que las áreas verdes, como parques y jardines, son un componente clave en las ciudades industriales modernas, antes caracterizadas por un gris monocromático, y que ahora integran más vegetación que nunca. Estas zonas no solo embellecen el entorno, sino que también ofrecen beneficios para la salud mental y física, reduciendo el estrés y fomentando la actividad física.
5.- Sustentabilidad: minimizando la huella ecológica
Un parque industrial sostenible es “...aquel diseñado según directrices encaminadas a la minimización de los posibles impactos medioambientales, que posee implantados sistemas que favorecen la gestión conjunta de los residuos generados y que trata de potenciar el uso de tecnologías limpias e identificar sinergias dentro de las empresas, a las cuales dota de un asesoramiento y formación continua en materia medioambiental”.
Eficiencia energética: como ya mencionamos, las ciudades industriales están incorporando energía solar, eólica y geotérmica para reducir su dependencia de combustibles fósiles. Además de esto, se diseñan edificios de bajo consumo que maximizan la eficiencia energética, utilizando materiales aislantes avanzados y sistemas inteligentes de gestión.
Simbiosis industrial y economía circular: se refiere al fomento de la colaboración entre empresas para utilizar los subproductos de una como insumos para otra, reduciendo drásticamente los residuos, generando ahorros y mejorando la eficiencia.
Gestión de agua y recursos: además de sistemas de reciclaje y reutilización de agua para minimizar el desperdicio y conservar los recursos hídricos, se debe promover el uso de materiales sostenibles en la construcción. El 40% del agua potable en la república mexicana se pierde por fugas, por lo que también se invita a medir el consumo y realizar los mantenimientos y pruebas adecuadas a las tuberías y equipos.
Integración armónica con el entorno: se logra mediante la gestión eficiente del espacio, la integración de áreas verdes y la conservación de hábitats naturales dentro y alrededor de las ciudades industriales para promover la biodiversidad. Otras estrategias innovadoras que también ayudan a mejorar la calidad del aire son la implementación de huertos y granjas urbanas, techos verdes, jardines verticales, etc.
Responsabilidad social y comunitaria: requiere tomar en cuenta las necesidades de las comunidades locales en el desarrollo y operación de las ciudades industriales, asegurando que los beneficios de la sostenibilidad se compartan con la población local.
Page: diseñando las nuevas ciudades industriales inteligentes de México
¡Nos hemos alzado con el primer lugar en el sector Industrial y de Manufactura en la lista de las 100 Mejores Firmas de Diseño Verde 2023 por Engineering News-Record!
En Page, entendemos que el futuro de la industria no solo depende de la eficiencia y la innovación, sino también del respeto y la armonía con nuestro planeta. Nuestro enfoque en la planeación y diseño de ciudades industriales refleja esta filosofía, combinando tecnología de punta con un compromiso realista con la sostenibilidad.
México es un país que se está posicionando como un líder en la innovación industrial sostenible. Nuestro enfoque interdisciplinario combina la experiencia en arquitectura, ingeniería y diseño urbano para crear ecosistemas industriales que no solo son eficientes y productivos, sino también respetuosos con el medio ambiente y beneficiosos para las comunidades locales.